El reto
El edificio era una antigua casa de los años 70 de unos 180 m², a la que también se anexó un antiguo granero de unos 300 m².
Tras la reconversión, 340 m² se convirtieron en 3 viviendas adosadas, calentadas con suelo radiante.
El edificio está situado en un patio interior cerrado, lo que aumenta la amplificación del ruido.
Por tanto, el reto consistía en satisfacer la demanda térmica de las tres unidades residenciales, las necesidades de agua caliente sanitaria para 5 personas y garantizar un funcionamiento silencioso.